Sobre Circe, dioses y mortales: una entrevista con Madeline Miller

Madeline Miller habla con Nikki VanRy (Bookriot) sobre familias disfuncionales, encontrar tu propia voz (y la de tus personajes) y el punto de vista femenino

Me ha encantado Circe, tanto el libro como el personaje. Una de las cosas que más me gustaron es cómo juegas con su voz a lo largo de la novela. Tiene voz de mortal. Al principio, la voz es queda, y al final está cantando. ¿Qué papel tiene su voz en tu historia, literal y figuradamente?

Lo de su voz viene de Homero. Es uno de los adjetivos que Homero le otorga. Es una diosa que habla como un mortal y nadie sabe exactamente lo que eso significa. Evidentemente, esto implica que dioses y mortales hablan de forma diferente. Pero ¿qué significa hablar como un mortal? Quería tratar ese tema en profundidad. A mí me hizo pensar que Circe es un personaje atrapado entre dos mundos. Era una diosa pero, de alguna manera, no lo era.

Circe es la historia de una mujer que encuentra su poder y, en consecuencia, encuentra su voz. Comienza siendo incapaz de decir lo que piensa y, para el final de la novela, es capaz de vivir en sus propios términos, decir lo que piensa y lo que siente. Así que la voz también es importante en la evolución del personaje.

Y, por último, como escritora, la voz es muy importante para mí. Tanto La canción de Aquiles como Circe están narrados en primera persona, y escribirlos me lleva tantísimo tiempo precisamente porque pasé los cinco primeros años encontrando la voz de los protagonistas. Es un proceso extraño, desastroso, creativo e instintivo, pero la forma que tienen de hablar, su voz, es clave para mí.

En la novela, Circe ejerce constantemente de cuidadora, y esto le supone tanto una fuente de poder como una carga perpetua. ¿Cómo evoluciona este papel de cuidadora durante la novela?

Los dioses, en la mitología griega, son criaturas horrendas: son egoístas, están centrados por completo en sus propios deseos y son incapaces de pensar más que en sí mismos. Circe siente el impulso de cuidar de los demás desde el principio. Tiene un encuentro inicial con Prometeo en el que se topa con otro dios que parece comprender eso, y que le despierta ese impulso. Quería escribir sobre la experiencia de intentar ser buena persona cuando no tienes ningún modelo que seguir. ¿Cómo desarrollas tu moral cuando provienes de una familia que carece de moralidad alguna?

También creo que, especialmente para las mujeres, existe un enorme conflicto entre querer ayudar y que se aprovechen de ti. A menudo, se abusa del impulso de preocuparte por los demás y cuidar de ellos. Así que esto es algo a lo que también tiene que enfrentarse Circe: ¿cómo puedo entregarme, pero, al mismo tiempo, guardarme?

¿Qué te atrajo de Circe?

Es una figura fascinante. Es sabia e inteligente, pero todo lo que vemos de ella está al servicio de la historia de Odiseo. Una parte de mí quería explorar su historia, pero también deshacer este retrato lleno de exotismo y subordinación. En el mito, es sexi y misteriosa e incognoscible. «Incognoscible» es un adjetivo que se aplica a menudo a las mujeres. Me resulta muy frustrante, porque creo que retrata a las mujeres como no-personas, ajenas, extrañas.

Homero nunca nos cuenta por qué Circe transforma en cerdos a los hombres. Históricamente, el mensaje implícito es que lo hace como un ejercicio de poder o por maldad. Y, para empezar, creo que esto no es coherente con el retrato que Homero hace de ella; al final, Circe se vuelve muy benevolente. Y, además, a nivel psicológico esto ni es interesante ni es realista. Todos tenemos razones para hacer lo que hacemos, aunque sean extrañas. Circe es un personaje pragmático, con los pies en la tierra, así que creí que sus motivos tenían que estar dentro del reino de lo comprensible.

También me atrajo Circe porque es el ejemplo de alguien que nace de una familia absolutamente disfuncional y abusiva. Quería que la historia tratara de alguien que intenta escapar y construirse a sí mismos cuando no tienen ninguna referencia. Mucha gente se ve obligada a hacer eso: tienen que reinventarse. En cierta medida, todos tenemos que hacerlo.

Es evidentemente que te basaste en Homero, pero también en otras fuentes mitológicas cuyo relato puede ser bien diferente del de Homero. ¿Tuviste una fuente que consideraras una «autoridad» para Circe, o fue una mezcla de varias obras?

Para Circe, creo que mi fuente primaria fue La odisea, porque con ella comencé a construir el personaje. Tomaba rasgos del personaje directamente del texto de Homero. Ya he mencionado su voz de mortal. Los leones. Los cerdos. Y entonces, cuando llego al episodio de Odiseo, sigo muy de cerca a Homero, pero hay algunos momentos en los que me desvío y cambio la óptica. ¿Qué pensaría Circe de esta interacción? ¿Qué pensaría Circe de Odiseo? Hice un par de ajustes. Por ejemplo, no hice que Circe se arrodillara y se pusiera a merced de Odiseo porque no me parecía coherente con la mujer que yo imaginaba.

Además de en Homero, me basé en todo tipo de fuentes antiguas. Ovidio fue otra fuente importante. A Ovidio le encantaba escribir sobre Circe porque, evidentemente, Las metamorfosis tratan sobre la transformación, y Circe transforma a las personas. Le fascinan los poderes y la magia de Circe, pero no está tan interesado en sus motivaciones, así que la retrata como una mujer superficial con mal de amores. Quería luchar contra eso. También consulté otras fuentes antiguas. La parte de Medea, por ejemplo, la tomé directamente de Apolonio de Rodas.

¿Qué te fascina hoy en día?

Pienso constantemente en Shakespeare para proyectos futuros. Llevo muchas obras de Shakespeare siempre conmigo —también soy directora de teatro— y estas emergen durante el día.

Un posible proyecto es una adaptación de La tempestad. Me fascina el personaje de Calibán. Es único en la obra de Shakespeare. Es cordial y antipático, lastimero y despiadado. De hecho, Tolkien se basó en Calibán para crear a Gollum. Lo que me interesa es lo mucho que Próspero desestabiliza su realidad. Se encuentra en tal estado de terror constante que ya no sabe qué es la realidad. Eso me fascina.

¿Cómo crees que reaccionaría Circe a Trump como mujer moderna?

Creo que Circe es consciente de que existen personas que abusan de su poder y que son narcisistas. Desafortunadamente, estas personas son eternas, y creo que Circe reconocería ese perfil psicológico gracias a sus propias experiencias.

Comencé a escribir Circe hace siete años, antes siquiera de que Trump fuera conocido. Me resultó bastante extraño escribir escenas que aparecieran en las noticias. Siempre creí que las historias mitológicas eran relevantes, pero ver aquello lo puso de manifiesto.

 

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